30 enero, 2007

DaDa .

dada es respuesta a una juventud inclinada por el vivir absurdo y grotesco.dada abre camino a formas de expresión donde domine la irracionalidad.dada es vanguardia literaria y plástica que rechaza canones estéticos ya establecidos.dada prifirie llamarse así (y no finalizar en -ismo sufijo que intentó categorizarlo todo en los años 20)dada es revolución y reacción ante el quiebre politico-social. dada rompe con el fundamento del arte, los valores estéticos, la lógica, el lenguaje.dada es disgusto y rebelión por una guerra interminable.dada es filosofía de arte nihilista.
(componentes de una civilización màs q imperfecta)
el creador y líder del movimiento dada fue el poeta francès tristan tzara junto con el alemanhigo ball y el francés hans arp. el punto de encuentro para el esparcimiento artístico de estemovimiento, se estableció en zurich en el cabaret voltaire.sitio donde muchos artistas hicieronmuestra de sus obras de vanguardia, que muchas veces terminaron en escándalos para con el público(como el recitado simultáneo de diferentes autores, pues la finalidad del dada no recaía enregocijar al público)
tristan tzara fue considerado "loco" por más de la mitad de sus contemporáneos, aunque el únicoque materializó las bases del dada en su libro "Los Siete Manifiestos Dadadístas". tzara tambiéninaguró la primera galería dadá y fue director del primer diario DADA.
el movimiento dada tuvo su centro en zurich aunque se gestó en paralelo en diferentes partes delmundo, como en nueva york liderado por marcel duchamp, francis picabia, man ray y max ernest.
PARA HACER UN POEMA DADAÍSTA."Elija un periódico. Busque unas tijeras. Escoja del periódico un artículo de cuya longitudansíe darle a su poema. Recorte el artículo. Recorte en seguida con cuidado cada una de laspalabras que forman el artículo y métalas en una bolsa. Agítela suavemente. Ahora saque cadarecorte uno tras otro. Copie concienzudamente en el orden en que hayan salido de la bolsa. Elpoema se parecerá a usted. Y es usted un escritor infinitamente original y de una sensibilidadhechizante, aunque incomprendida del ...


extracto de la revista cadáver exquisito, corrida en la seucndaria nacional bs as en el año 2005.

Sala de psicopatología (versión visceral)

SALA DE PSICOPATOLOGÍA

Después de años en Europa Quiero decir Paris, Saint-Tropez, Cap St. Pierre, Provence, Florencia, Siena, Roma, Capri, Ischia, San Sebastián, Santillana del Mar, Marbella, Segovia, Ávila, Santiago, y tanto y tanto por no hablar de New York y de West Village con rastros de muchachas estranguladas. -quiero que me estrangule un negro-dijo -lo que querés es que te viole-dije (¡oh Sigmund! con vos se acabaron los hombres del mercado matrimonial que frecuenté en las mejores playas de Europa) y como soy tan inteligente que ya no sirvo para nada, y como he soñado tanto que ya no soy de este mundo, aquí estoy, entre las inocentes almas de la sala 18, persuadiendome día a día de que la sala, las almas puras y yo tenemos sentido, tenemos destino, -una señora originaria del mas oscuro barrio de un pueblo que no figura en el mapa dice: -el dotor me dijo que tengo problemas. Yo no sé. Yo tengo algo aquí (se toca las tetas) y unas ganas de llorar que mama mía. Nietzsche: "Esta noche tendré una madre o dejaré de ser." Strindberg: "El sol, madre, el sol." P.Éluard: "Hay que pegar a la madre mientras es joven." Si, señora, la madre es un animal carnivoro que ama la vegetación lujuriosa. A la hora que la parió abre las piernas, ignorante del sentido de su posicion destinada a dar a luz, a tierra, a fuego, a aire. pero luego una quiere volver a entrar en esa maldita concha, después de hacerse intentado nacerse sola sacando mi cabeza por mi útero (y como no pude, busco morir y entrar en la pestilente guarida de la oculta ocultadora cuya función es ocultar) hablo de la concha y hablo de la muerte, todo es concha, yo he lamido conchas en varios países y sólo sentí orgullo por mi virtuosismo -la mahatma gandhi del lengüeteo, la Einstein de la mineta, la Reich del lengüetazo, la Reik del abrirse camino entre pelos como de rabinos desaseados- ¡oh el goce de la roña! Ustedes, los mediquitos de la sala 18 son tiernos y hasta besan al leproso pero ¿se casarían con el leproso? Un instante de inmersión en lo bajo y en lo oscuro, sí, de eso son capaces, pero luego viene la vocecita que acompaña a los jovencitos como ustedes: -¿Podrías hacer un chiste con todo esto, no? Y sí, aquí en el Pirovano hay almas que NO SABEN por qué recibieron la visita de las desgracias. Pretenden explicaciones lógicas los pobrecitos, quieren que la sala -verdadera pocilga- esté muy limpia, porque la roña les da temor, y el desorden, y la soledad de los días vacíos habitados por antiguos fantasmas emigrantes de las maravillosas e ilícitas pasiones de la infancia. Oh, he besado tantas pijas para encontrarme de repente en una sala llena de carne de prisión donde las mujeres vienen y van hablando de la mejoría. Pero ¿qué cosa curar? Y ¿por dónde empezar a curar? Es verdad que la psicoterapia en su forma exclusivamente verbal es casi tan bella como el suicidio. Se habla. Se amuebla el escenario vacío del silencio. O, si hay silencio, este se vuelve mensaje. -¿Por qué está callada?¿En qué piensa? No pienso, al menos no ejecuto lo que llaman pensar. Asisto al inagotable fluir del murmullo. A veces -casi siempre- estoy húmeda. Soy una perra, a pesar de Hegel. Quisiera un tipo con una pija así y cogerme a mí y dármela hasta que acabe viendo curanderos (que sin duda me la chuparán) a fin de que me exhorcisen y me procuren una buena frigidez. Húmeda. Concha de corazón de criatura humana, corazón que es un pequeño bebé inconsolable, "Como un niño de pecho he acallado mi alma" (Salmo) Ignoro que hago en la sala 18 salvo honorarla con mi presencia prestigiosa (si me quisieran un poquito me ayudarían a anularla) oh no es que quiera coquetear con la muerte yo quiero solamente poner fin a esta agonía que se vuelve ridicula a fuerza de prolongarse, (Ridiculamente te han adornado para este mundo -dice una voz apiadada de mi) Y Que te encuentres con vos misma -dijo. Y yo le dije: para reunirme con el migo de conmigo y ser una sola y misma entidad con él tengo que matar al migo para que así se muera el con y, de este modo, anulados los contrarios, la dialéctica suplicante finaliza en la fusión de los contrarios. El suicidio determina un cuchillo sin hoja al que le falta el mango Entonces: adios sujeto y objeto, todo se unifica como en otros tiempos, en el jardín de los cuentos para niños lleno de arroyuelos de frescas aguas prenatales, ese jardin es el centro del mundo, es el lugar de la cita, es el espacio vuelto tiempo y el tiempo vuelto lugar, es el alto momento de la fusión y del encuentro, fuera del espacio profano donde el Bien es sinónimo de evolución de sociedades de consumo, y lejos de los enmierdantes simulacros de medir el tiempo mediante relojes, calendarios y demás objetos hostiles, lejos de las ciudades en las que se compra y se vende (oh, en ese jardín para la niña que fui, la pálida alucinada en los suburbios malsanos por los que erraba del brazo de las sombras: niña, mi querida niña que no has tenido madre (ni padre, es obvio) De modo que arrastré mi culo hasta la sala 18, en la que finjo creer que mi enfermedad de lejanía, de separación de absoluta NO-ALIANZA con Ellos -Ellos son todos y yo soy yo- finjo, pues, que logro mejorar, finjo creer a estos muchachos de buena voluntad (¡oh, los buenos sentimientos!) me podrán ayudar, pero a veces -a menudo- los recontraputeo desde mis sombras interiores que estos mediquillitos jamás sabrán conocer (la profundidad, cuanto más profunda, más indecible) y los puteo porque evoco a mi amado viejo, el Dr. Pichón R., tan hijo de puta como nunca lo será ninguno de los mediquitos (tan buenos, hélas!) de esta sala, pero mi viejo se me muere y éstos hablan y, lo peor, éstos tienen cuerpos nuevos, sanos (maldita palabra) en tanto mi viejo agoniza en la miseria por no haber sabido ser un mierda práctico, por no haber afrontado el terrible misterio que es la destrucción de un alma, por haber hurgado en lo oculto como un pirata -no poco funesto pues las monedas de oro del inconsciente llevaban carne de ahorcado, y en un recin- to lleno de espejos rotos y sal volcada- viejo remaldito, especie de aborto pestífero de fantasmas sifilíticos, como te adoro en tu tortuosidad solamente parecida a la mía, y cabe decir que siempre desconfié de tu genio (no sos genial; sos un saqueador y un plagiario) y a la vez te confié, oh, es a vos que mi tesoro fue confiado, te quiero tanto que mataría a todos estos médicos adolescentes para darte a beber de su sangre y que vos vivas un minuto, un siglo más, (vos, yo, a quien la vida no nos merece)
Sala 18 cuando pienso en laborterapia me arrancaría los ojos en una casa en ruinas y me los comería pensando en mis años de escritura continua, 15 o 20 horas escribiendo sin cesár, aguzada por el demonio de las analogías, tratando de configurar mi atroz materia verbal errante, porque -oh viejo hermoso Sigmund Freud- la ciencia psicoanalítica se olvidó la llave en algún lado: abrir se abre pero ¿cómo cerrar la herida?
El alma sufre sin tregua, sin piedad, y los malos médicos no restañan la herida que supura. El hombre está herido por una desgarradura que tal vez, o seguramente, le ha causado la vida que nos dan. "Cambiar la vida" (Marx) "Cambiar el hombre" (Rimbaud) Freud: "La pequeña A. está embellecida por la desobediencia" (Cartas...)
Freud, poeta trágico. Demasiado enamorado de la poesía clásica. Sin duda, muchas claves las extrajo de "los filósofos de la naturaleza", de "los románticos alemanes" y, sobre todo, de mi amadísimo Lichtenberg, el genial físico y matemático que escribía en su Diario cosas como: "El le había puesto nombres a sus dos pantuflas" Algo solo estaba,¿no? (¡Oh, Lichtenberg, pequeño jorobado, yo te hubiera amado!) Y a Kierkegaard Y a Dostoyevski Y sobre todo a Kafka a quien le pasó lo que a mí, si bien el era púdico y casto -"¿Qué hice del don del sexo?"- y yo soy una pajera como no existe otra; pero lo pasó (a Kafka) lo que a mí: se separó fue demasiado lejos en su soledad y supo -tuvo que saber- que de allí no se vuelve
se alej -me alejé- no por desprecio (claro es que nuestro orgullo es infernal) sino porque una es extranjera una es de otra parte, ellos se casan, procrean, veranean, tienen horarios, no se asustan por la tenebrosa ambiguedad del lenguaje (no es lo mismo decir Buenas noches que decir Buenas noches)
El lenguaje -yo no puedo más, alma mía, pequeña inexistente, decida­te; te la picás o te quedás, pero no me toques así­, con pavura, con confusión, o te vas o te las picás, yo, por mi parte, no puedo más.

Alejandra Pizarnik 1971

Wislawa Symborska, escritora polaca.

La realidad exige
" La realidad exige que también mencionemos esto: la vida sigue. Continúa en Cannae y en Borodino, en Kosovo Polie y en Guernica. Hay una estación de gasolina en una pequeña plaza de Jericó, pintura fresca en los bancos del parque de Bila Hora. Las cartas se cruzan entre Pearl Harbor y Hastings, una camioneta pasa debajo del ojo del león de Queronea, y los florecientes huertos cerca de Verdún no pueden escapar al atmosférico frente que se aproxima. Hay tanto Todo que la Nada se esconde casi gentilmente. La música brota de los yates anclados en Accio y las parejas bailan en las cubiertas bañadas por el sol. Hay tantas cosas sucediendo siempre que deben estar pasando en todas partes. Donde no hay ni una sola piedra en pie vemos al Hombre de los Helados rodeado de niños. Donde Hiroshima estuvo Hiroshima está de nuevo, produciendo cosas para el uso de cada dia. Este terrible mundo no está desprovisto de encantos, de las mañanas que hacen inestimables los despertares. La hierba es verde en los campos de Maciejowice, y salpicada de rocío, como es lo normal de la hierba. Quizás todos los campos son campos de batalla, todas las tierras lo son, las que recordamos y las que se han olvidado: los bosques de abedules, cedros, abetos, la blanca nieve, las amarillas arenas, la gris grava, los iridiscentes pantanos, los cañones de negra derrota, donde, en tiempos de crisis, puedes esconderte debajo de un arbusto. ¿Qué moral sacamos de esto? Probablemente ninguna. Sólo la sangre fluye, secándose rápidamente, y, como siempre, unos cuantos rios, unas cuantas nubes. Sobre trágicos pasos de montañas el viento vuela sombreros de cabezas inconscientes y no podemos evitar reír de eso. "

Discurso en la oficina de objetos perdidos

" Perdí unas pocas diosas camino del sur al norte,también muchos dioses camino de este a oeste.Un par de estrellas se apagaron para siempre, ábrete, oh cielo.Una isla, otra se me perdió en el mar.Ni siquiera sé dónde dejé mis garras,quién anda con mi piel,quién habita mi caparazón.Mis parientes se extinguieron cuando repté a tierra,y sólo algún pequeño hueso dentro de mí celebra el aniversario.He saltado fuera de mi piel, desparramado vértebras y piernas,dejado mis sentidos muchas, muchas veces.Hace tiempo que he guiñado mi tercer ojo a eso,chasqueado mis aletas, encogido mis ramas.Está perdido, se ha ido, está esparcido a los cuatro vientos.Me sorprendo de cuán poco queda de mí:un ser individual, por el momento del género humano,que ayer simplemente perdió un paraguas en un tranvía. "