30 enero, 2007

Wislawa Symborska, escritora polaca.

La realidad exige
" La realidad exige que también mencionemos esto: la vida sigue. Continúa en Cannae y en Borodino, en Kosovo Polie y en Guernica. Hay una estación de gasolina en una pequeña plaza de Jericó, pintura fresca en los bancos del parque de Bila Hora. Las cartas se cruzan entre Pearl Harbor y Hastings, una camioneta pasa debajo del ojo del león de Queronea, y los florecientes huertos cerca de Verdún no pueden escapar al atmosférico frente que se aproxima. Hay tanto Todo que la Nada se esconde casi gentilmente. La música brota de los yates anclados en Accio y las parejas bailan en las cubiertas bañadas por el sol. Hay tantas cosas sucediendo siempre que deben estar pasando en todas partes. Donde no hay ni una sola piedra en pie vemos al Hombre de los Helados rodeado de niños. Donde Hiroshima estuvo Hiroshima está de nuevo, produciendo cosas para el uso de cada dia. Este terrible mundo no está desprovisto de encantos, de las mañanas que hacen inestimables los despertares. La hierba es verde en los campos de Maciejowice, y salpicada de rocío, como es lo normal de la hierba. Quizás todos los campos son campos de batalla, todas las tierras lo son, las que recordamos y las que se han olvidado: los bosques de abedules, cedros, abetos, la blanca nieve, las amarillas arenas, la gris grava, los iridiscentes pantanos, los cañones de negra derrota, donde, en tiempos de crisis, puedes esconderte debajo de un arbusto. ¿Qué moral sacamos de esto? Probablemente ninguna. Sólo la sangre fluye, secándose rápidamente, y, como siempre, unos cuantos rios, unas cuantas nubes. Sobre trágicos pasos de montañas el viento vuela sombreros de cabezas inconscientes y no podemos evitar reír de eso. "

Discurso en la oficina de objetos perdidos

" Perdí unas pocas diosas camino del sur al norte,también muchos dioses camino de este a oeste.Un par de estrellas se apagaron para siempre, ábrete, oh cielo.Una isla, otra se me perdió en el mar.Ni siquiera sé dónde dejé mis garras,quién anda con mi piel,quién habita mi caparazón.Mis parientes se extinguieron cuando repté a tierra,y sólo algún pequeño hueso dentro de mí celebra el aniversario.He saltado fuera de mi piel, desparramado vértebras y piernas,dejado mis sentidos muchas, muchas veces.Hace tiempo que he guiñado mi tercer ojo a eso,chasqueado mis aletas, encogido mis ramas.Está perdido, se ha ido, está esparcido a los cuatro vientos.Me sorprendo de cuán poco queda de mí:un ser individual, por el momento del género humano,que ayer simplemente perdió un paraguas en un tranvía. "

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